lunes, 15 de agosto de 2011

Pequeña Reflexión personal sobre la Ciaccona de Bach

Cada día que pasa me voy convenciendo más que la Música Docta, va quedando en los últimos lugares en la ciudadanía actual. Tanto así que que cuando asisto a conciertos de Orquestas, Pianistas, Violinistas y otros grupos intérpretes de música docta, el público está compuesto mayoritariamente por gente mayor, seguida de adultos-medios, y en un porcentaje muy inferior de jóvenes y niños. No me referiré a los diversos factores (que son muchos) causantes de esta desgracia.
Revisando mi colección de música y videos del género clásico, me re-encontré con el último movimiento de la Partita Número 2 en Re menor BWV-1004 para Violín de Bach, en cortas palabras me refiero la Ciaccona, pieza magistral
que sin duda alguna refleja sentimientos muy profundos en cada nota pronunciada en la composición. Tanto así que si uno se concentra y escucha (no solo oye), se puede llegar a un estado empático que llega a emocionar hasta los huesos, y más si ya se había tenido un encuentro cercano con la pieza, dado que llegas a una identificación mucho mayor que la impresión cuando la oyes por primera vez. En lo personal cuando la escucho siento melancolía y tristeza en plena tormenta, luego se va a una especie de cúspide de redención y estabilidad, para luego volver a un resentimiento parecido al de un lamento tras haber perdido algo querido, pero no se queda ahí ya que luego se puede sentir como una interrogante del tipo "es esto el fin?... no se puede hacer algo más?" y es ahí cuando Bach nos dice a través de sus notas que "algo que llegue a su fin, no significa que no pueda volver a empezar en donde terminó" , sentimiento tan profundo que te impulsa hacia adelante, y te devuelve la cordura, las palabras y el aliento para terminar diciendo "claro!!! yo también puedo llegar a donde estas tú!!" todo un proceso cognitivo que envuelve los pensamientos más profundos que uno pudiera tener en su conciencia.
Pueden haber infinitos misterios y cosas que no entendamos, pero si sentimos que podemos llegar más allá de lo normal, para luego unificar nuestros pensamientos en la armadura hallada en la música, podremos expresarnos, en mi opinión, mucho mejor que con las palabras.

Existen muchas interpretaciones de esta pieza. En esta ocasión les presentare la versión interpretada por el Violinista Gidon Kremer....  Colapsen!!!  :D!!!                       




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2 comentarios:

gmc dijo...

Hermosa canción ;)
y muy buena tu reflexión sobre ella.
Personalmenre la música de Bach es mi favorita, me agrandan esas melodías dramáticas, afligidas e incluso tristes, las que llegar a producir una especie de catarsis al escucharlas, pero las melodías felices (como Plink Plank Plunk) no me logran agradar.. :P
SAludos ;)

Hernán Jimenez dijo...

Creo que la falta de música docta en la juventud viene a darse por una exclusión social y el desplazamientos por otros estilos en función de mantener la moda... Tambien pasa con esta musica lo que dicen del vino. "cuando uno es joven, bebe vino porque dicen que es bueno, Cuando uno ya es mayor bebe vino porque sabe que es bueno" con lo que quiero decir que basicamente la musica docta llega a la gente cuando estas la buscan y solo cuando han pasado años escuchandola pueden distinguir piezas y reconocerlas por su calidad.
Bueno, eso, saludos.

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